Modelo Social de la Discapacidad: cuando las barreras son colectivas
El modelo social de la discapacidad es un paradigma para pensar en la discapacidad ya no desde una perspectiva individual, sino desde lo colectivo. Este modelo entiende a la discapacidad como la interacción entre la persona y las barreras que existen en su entorno.
“El modelo social de la discapacidad tiene que ver con quitar a la discapacidad como algo que le afecta a una persona y ubicarlo en un lugar colectivo. Porque la discapacidad tiene estrecha relación con las barreras que coloca o elimina la sociedad, por eso se habla de una cuestión colectiva que nos atañe a todas las personas, entonces la discapacidad pasa de ser algo individual a ser algo colectivo. Se trata de ver a la discapacidad como parte de la diversidad humana”, afirma Verónica González Bonet, periodista.

“La discapacidad es una construcción social que evoluciona con el tiempo”, dice González Bonet. Las personas con discapacidad incluyen aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo, que al interactuar con diversas barreras puedan impedir su participación plena en la sociedad.
El modelo social de la discapacidad como perspectiva de derechos humanos
La Convención por los derechos de las personas con discapacidad, aprobada en la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, está basada en el modelo social. Argentina la ratificó en 2008 y en 2014 adquiere estatus constitucional. Se trata de un instrumento internacional de derechos humanos que abarca derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales. “Derechos que nosotros teníamos por ser personas, pero ¿por qué hubo que crear este tratado? porque no podíamos ejercerlos”, expresa Verónica.
En este sentido, la convención crea obligaciones a los Estados. Y está estructurada en diferentes principios:
- El respeto de la dignidad inherente, la autonomía individual, incluida la libertad de tomar las propias decisiones, y la independencia de las personas;
- La no discriminación;
- La participación e inclusión plenas y efectivas en la sociedad;
- El respeto por la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y la condición humanas;
- La igualdad de oportunidades;
- La accesibilidad;
- La igualdad entre el hombre y la mujer;
- El respeto a la evolución de las facultades de los niños y las niñas con discapacidad y de su derecho a preservar su identidad.
Diseño universal, accesibilidad y ajustes razonables
El Modelo Social de la Discapacidad introduce la perspectiva de la accesibilidad y la inclusión, lo cual implica eliminar barreras. Para lograrlo, es necesario que se implementen optimizaciones como el diseño universal, la accesibilidad comunicacional o física, los ajustes razonables y los apoyos.
El diseño universal se refiere al diseño de productos, entornos y servicios que puedan ser utilizados por la mayor cantidad de personas posible, sin necesidad de adaptación o diseño especializado. Un ejemplo de esto puede ser una pieza audiovisual que cuenta con subtítulos y audiodescripción para las personas con discapacidades auditivas o visuales.
La accesibilidad comunicacional tiene que ver con garantizar que todas las personas tengan la oportunidad de acceder a la información y comunicarse sin barreras. Esto incluye el uso de lenguaje sencillo, intérpretes de lengua de señas, materiales en Braille, materiales accesibles para ser leídos por lectores de pantalla o uso de pictogramas.
La accesibilidad física se trata de optimizaciones en los entornos físicos para que puedan ser utilizados por todas las personas. Por ejemplo, pensemos en un edificio. Si en la entrada hay rampas, las entradas son anchas, hay ascensores grandes y baños amplios, las personas usuarias de sillas de ruedas o con dificultades para caminar puedan hacer uso de estas instalaciones.
Los ajustes razonables se implementan cuando no se contempló previamente la accesibilidad y el diseño universal o cuando no son suficientes. Por ejemplo: un edificio que no tiene rampas, necesita una si va una persona usuaria de sillas de ruedas. Los ajustes razonables pueden ser también reducir la jornada laboral para una persona con discapacidad intelectual, puede ser en salud que los turnos sean más largos para darle más lugar a la comunicación.
Los apoyos incluyen el uso de tecnologías, dispositivos o de la asistencia de una o más personas para que la persona con discapacidad pueda acceder a prácticas, información o espacios determinados y así después tomar decisiones con autonomía y el ejercicio de sus derechos. Es una decisión de las personas contar con un apoyo.

¿Por qué incorporar la perspectiva de discapacidad en la atención de la salud sexual y reproductiva?
“Una de cada seis personas en el mundo tiene alguna discapacidad. Y esas personas pueden necesitar servicios de salud, tener sexo seguro, pueden decidir ser madres o padres o no, por eso hay que incorporar la perspectiva de discapacidad” en la atención de la salud sexual y reproductiva, afirma Agustina Ramón Michel, abogada, en el documental Estoy Acá.
“Las personas con discapacidad enfrentan barreras comunicacionales, por ejemplo, también barreras de tipo físico de tipo estructural o edilicio que impiden que tengan acceso a la salud sexual y reproductiva”, destaca Sonia Ariza.
Y agrega: “Pero también barreras actitudinales. Los estereotipos que todavía pesan sobre la discapacidad en general y sobre algunos tipos de discapacidad en particular hacen que muchos equipos de salud no consideren las necesidades en salud sexual y reproductiva de las personas con discapacidad o piensen que no hace falta la atención o no respeten su autonomía en el acceso a la salud”.
Este artículo se escribió con información de la clase que Verónica González Bonet dió en el marco del Curso de formación «Introducción a la perspectiva social de la discapacidad para el abordaje de la salud sexual y reproductiva» de REDAAS.