25N | Un camino que no vamos a desandar
En 2024 se cumplen 25 años de la conmemoración del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra Mujeres, Niñas y Adolescentes. Esta fecha, que aprobó la Asamblea General de la ONU en 1999, nos invita a reflexionar sobre el progreso en este camino y la importancia de sostener las estructuras que garantizan derechos.
Desde el retorno de la democracia en 1983, en Argentina hemos conseguido logros muy importantes para alcanzar la igualdad de género. Logros que se tradujeron en leyes y políticas públicas. Solo por mencionar algunas:
📄 Ley 23.264 que establece la patria potestad compartida de las/os hijas/os entre el padre y la madre. (1985)
📄 Creación del Consejo Nacional de la Mujer. Primer organismo del Poder Ejecutivo Nacional encargado del cumplimiento de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) (1992)
📄 Ley 25.673 de creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación Responsable. El objetivo de esta ley es garantizar los derechos sexuales y reproductivos de toda la población con una perspectiva de género y derechos humanos (2003)
📄 Ley 26.150 de creación del Programa Nacional de Educación Sexual Integral (ESI). El objetivo es garantizar el derecho a recibir educación sexual integral en todos los establecimientos educativos del país. (2006)
📄 Ley 26.485 de Protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres. Tiene el propósito de eliminar la discriminación entre mujeres y varones en todos los órdenes de la vida. (2009)
📄 Ley 27.610 de acceso a la interrupción voluntaria del embarazo. Regula el acceso a la interrupción voluntaria y legal del embarazo y a la atención postaborto de todas las personas con capacidad de gestar. (2020)
Estas leyes y políticas públicas tienen un impacto directo en la vida de las personas. ¿Alguien puede pensar hoy en una mujer que no tenga derechos y obligaciones hacia sus hijas e hijos? Parece de película, pero hasta 1985, cuando se sancionó la ley de divorcio vincular, las mujeres no podían decidir separarse legalmente de su cónyuge. ¿Es posible hoy, creer que no se pueda decidir si tener o cuándo tener hijos o hijas por falta de acceso a información y métodos anticonceptivos? ¿Qué pasaría si la atención del aborto fuese clandestina? Hoy, al entrar a un hospital, las mujeres sabemos que podemos decidir sobre nuestro cuerpo y ser respetadas en nuestras decisiones y nuestro derecho a la salud será garantizado.
Parece evidente, pero no siempre fue así, no fueron derechos dados: fueron conquistas que demandaron luchas históricas no solo en Argentina, sino en el mundo entero. Sin embargo, desde REDAAS, observamos con preocupación que estos logros, sostenidos por una sociedad que progresivamente avanzó hacia la igualdad y la no violencia, son desfinanciados, desprestigiados simbólica y discursivamente y subestimados por la actual gestión nacional.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos concedió este año tres audiencias temáticas sobre Argentina, un hecho que refleja la preocupación internacional por la situación en nuestro país. El Estado argentino fue llamado a explicar los recortes que han dejado sin protección a miles de mujeres, niñas y adolescentes:
🔻 Eliminación del Ministerio de las mujeres y diversidades, que tuvo su antecedente en el Consejo Nacional de la Mujer, creado en 1992, que se transformó en 2015 en el Instituto Nacional de las Mujeres y en Ministerio de Mujeres y Diversidades en 2020. Como justificación de esto, el gobierno esgrime que “no existe la violencia de género”, en un país en el que, durante 2023, según registros de la Corte Suprema de Justicia, hubo 250 femicidios.
🔻 Desmantelamiento del Plan ENIA, política pública intergubernamental que logró bajar a la mitad la tasa de fecundidad adolescente en las provincias en las cuales se aplicó. El abandono de este plan dejó a niñas y adolescentes sin un dispositivo de apoyo que les brindaba educación sexual integral, consejería, acceso a métodos anticonceptivos y a servicios de salud sexual y (no) reproductiva.
🔻 Entre enero y marzo de 2024, 2462 mujeres solicitaron acceso al Programa Acompañar, política pública nacional dirigida a brindar ayuda económica y acompañamiento a mujeres víctimas de violencia de género. De ese total, solo 434 lo recibieron, a pesar de que el 54% se encontraba en situación de riesgo grave. En 2023, 34 mil mujeres accedieron a ese programa.
🔻Delegación por completo a las provincias de las compras de insumos para la atención de la salud sexual y (no) reproductiva: métodos anticonceptivos, medicamentos para el aborto seguro (mifepristona y misoprostol), kits de AMEU (Aspiración Manual Endouterina), entre otros. Esto produce desigualdades en el acceso a los servicios de salud, en el marco del desfinanciamiento de otras áreas. Muchas mujeres y otras personas con capacidad de gestar deben recorrer diferentes efectores de salud para obtener atención de la salud de forma oportuna y segura.
🔻Falta de compromiso con los tratados internacionales con rango constitucional y la política exterior que históricamente, en todos los gobiernos democráticos, ha sido respetuosa de los Derechos Humanos. El 14 de noviembre, Argentina fue el único país de la ONU que votó en contra de una resolución para eliminar y prevenir la violencia contra las mujeres.
Los avances que alcanzamos en estos años en el camino de una democracia fundada en la igualdad y el respeto son avances sólidos, sostenidos por una sociedad que, desde sus bases, buscó materializar las condiciones que aseguren la no violencia, el pleno ejercicio de los derechos civiles y políticos por parte de las mujeres y las disidencias.
Este abandono de las políticas públicas que siguen este camino es en contra de nuestra Constitución Nacional, en contra de nuestras leyes y, sobre todo, en contra de una sociedad que desde hace 42 años consolidó su compromiso con la democracia.